El dedo en la llaga
Tras las últimas disquisiciones lingüístico-políticas (ver dos o tres entradas atrás), me dispongo a hacer la pregunta del millón:
Javi, si de aquí a mediados de febrero aún no has encontrado nada decente por ahí, ¿qué vas a hacer?
Y ahora escondo la mano copiando un chiste político que me ha enviado una compañera hoy. Es sobre el Estatuto de Madrid, del que aún no había oído hablar.
(Hay dos formas de tomarse la política: en serio, y en ese caso lo más juicioso es hacer chistes, o a broma, y en ese caso lo más juicioso es meterse a político. Yo prefiero la primera opción. Ahí va eso, pues:)
posted by Filípides | 8:02 p. m.
5 Comments:
Algo decente: algo que sea legal o al menos lo parezca y que te permita irte con tu Afrodita a un piso y salir de casa de tus suegros.
Al principio de acción-reacción contesto con la sabiduría popular: "tiran más dos tetas que dos carretas". Ten esto en cuenta a la hora de decidir con la mente más clara posible.
Huye de allí cagando hostias o, de lo contrario los dioses te castigarán como al patético Sisifo, que era víctima de su propia tenacidad (tozudez).
Casandra que, como sabes posee el poder de la adivinación, lo ha visto claramente y coincide con tu padre, quien bendijo tu viaje y ahora le preocupa mucho que Circe te convierta en cerdo.
Yo que tú no temería la cólera del airado Poseidón... sino la astucia de la orgullosa Atenea. Al fin y al cabo, ¿no derrotó ella también al dios del mar?
Coñitas mitológicas aparte, una pregunta técnica: ¿a quién y a dónde hay que acudir para que alguien mire si un piso puede conseguir cédula de habitabilidad?
¡Gracias! O sea, que el certificado de habitabilidad lo emites tú, por ejemplo. ¿Se te puede sobornar con una cerveza?
Ah, aún nada... es sólo por si acaso. Porque por ahí hay muchos lofts que no tienen la cédula de habitabilidad. Ya te contaré más.
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